08 octubre 2011

Título imprevisto



Hace unas semanas al salir de mi trabajo, justo cuando quería transbordar dento del metro en la estación Tacubaya, de la linea café a la naranja, noté que estaba realmente lleno. Lo raro en el asunto, fue que para la hora que era, normalmente el metro ya va medio vacío.

De repente, vi que los policías estaban sacando a la gente e inocentemente pensé "Qué bueno que estén tratando de evitar que todos vayan apretujados". Cuando de repente, noté que en realidad estaban evacuando los vagones. En ese momento estaba platicando con un amigo por Whatsapp y me comentó que había escuchado que alguien se había aventado a las vías del metro; en medio de la confusión, la plática y la espera; todo volvió a la normalidad y pude abordar el vagón, que por fortuna, ya no estaba tan lleno.Como no encontré lugar, me senté en el piso ya que estaba muy cansada.

Durante el trayecto comencé a planear mi ruta de regreso. Mientras tanto, checando Twitter, leí que @makowww escribió "Me sobran 2 boletos para Primal Scream, ¿alguien los quiere?" . Aun no sé que estaba pasando por mi cabeza en ese momento y se me ocurrió contestarle que yo los quería. La verdad no creí que me los diera, ni siquiera me conoce.

Después de ponernos de acuerdo en el lugar en el que nos encontraríamos, se me ocurrió preguntarle si los vendía, (Baaaaaaaaaaaaaaad idea) porque me dijo que sí, en realidad no estaba caro el boleto, pero ya no traía dinero. En ese momento me senti la más torpe del mundo y un poco avergonzada. Creí que mi oportunidad de ver a Primal Scream estaba perdida.

De repente, el buen hombre me marcó y dijo: "Si me esperas, te lo regalo". Durante unos instantes mi personalidad señora estaba en contra de que fuera porque ya era algo tarde, estaba sola en la estación del metro, no recordaba cómo llegar en transporte público al lugar y al otro día tenía clases.Once again, respondí "Va, muchas gracias".

Ya que estaba en el lugar, me percaté que ya tenía poca batería en el celular. La parte "señora" de mi cerebro me dijo en voz alta después de lanzarme una cubeta fría en la cara "TOLD YOU!". Fue entonces cuando recordé que traía mi lap y que podía cargar mi celular aunque fueran 20 minutos, la duración de mi batería en tiempo. Estaba muy nerviosa porque la ubicación del lugar no es la ideal para sacar tu laptop en medio de la calle, hasta que me di cuenta que la taquilla ya estaba cerrada y había muchas personas alrededor. Era mi única opción, no podía hacer otra cosa.

Después de lograr cargar un poco mi celular, tenía la incertidumbre si el buen hombre me volvería a llamar, ya que había pasado casi una hora y no obtenía respuesta a mi llamada de auxilio disimulado. Espere un par de minutos y por fin, esa llamada que cambiaría mi noche sucedió.

Al tener el boleto en mis manos, vinieron una serie de cosas a mi mente como: No habrá camión, qué vas a hacer sola, no te van a dejar entrar con semejante mochilota y en caso de que hubiera guardaropa, no traes dinero para pagarlo. Lo único que se me ocurrió en ese momento fue llamarle a Paco (otro personaje importante en alguna otra historia sin contar aun). Realmente necesitaba un "Confirm dialog box" en la vida real.

Después de colgar con Paco, estuve sentada en la banqueta contraria a la entrada, esperando a que dieran las 12 am para no tener que socializar con nadie dentro y entrar justo cuando comenzara a tocar Primal Scream.


Como ya lo había imaginado, tenía que dejar mi mochila en el guardaropa, no sabia qué carajos haría. Así que me quedé sentada a un lado del guardaropa, como si estuviera esperando a alguien. De repente, un guardia que estaba cerca se acercó y me preguntó: "Ay niña, ¿no traes dinero para guardar tu mochila verdad?". Y con una mirada tímida y avergonzada le contesté que no. El guardia sólo se volteo y unos minutos después volvió y me dijo que hablara con las señoritas del guardaropa, que si no me tardaba mucho, ellas la podían guardar.

En ese momento, la felicidad volvió a mi rostro, en verdad no creía todo lo que estaba pasando esa noche. Justo cuando le agradecía a las amables mujeres, bam, la gente que estaba afuera fumando comenzó a entrar apresurada. Era el momento, Primal Scream estaba saliendo al escenario.

Al entrar al lugar, no quise adentrarme mucho entre la multitud así que me quedé en la parte de atrás, en donde se alcanzaba a ver y la gente no estaba apretada. Todo el concierto bailé sola, lo disfruté como nunca. De vez en cuando volteaba con el hombre de a lado que también estaba solo y bailábamos separados, pero a la vez se sentía esa vibra de que está disfrutando el concierto solo, igual que tú. No hablamos, solo bailamos. Y eso me gustó, ninguno tenía el menor interés de platicar, supongo que sólo necesitabamos esa compañia que a veces hace falta en los conciertos cuando quieres mover las piernas y los brazos sin parar, but still, not being alone like a psyco on drugs.

En la última canción, unas personas mayores de 40 años, comenzaron a bailar con nosotros. Me pareció que bailaban como los picapiedra o cualquier caricatura de Hanna Barbera. No quería que terminara, pero cuando sucedió, no tuve otra opción mas que correr por mis cosas antes de que todos se apresuraran y quisieran sacar las suyas.

Una vez afuera del recinto, volví a la misma situación del principio, no sabía qué carajos hacer. Por un momento pensé en quedarme sentada hasta que dieran las 4 am y esperar a que los camiones comenzaran su ruta. Pensaba que no tenía otra mejor opción, el lugar siendo "antro" lo cierran a esa hora y los del valet parking y seguridad siempre están afuera, además de que los clásicos antojitos para bajar la fiesta nunca falta afuera de esos lugares. Justo cuando pensé que mi destino tal vez sería un poco miserable, un camión que me lleva relativamente cerca de mi hogar estaba cruzando frente a mi. Al parecer, mi destino era totalmente diferente al que pensaba al principio de la historia. No sé si agradecer el incidente en el metro o sólo pensar que ese fue un día con mucha suerte.

3 comentarios:

Dixie Nava dijo...

el contraste de la historia, en algun lado de la ciudad gente llorando la muerte del suicida, y por otro, tú bailando felizmente... coincidencias y suerte hicieron de ese día inolvidable :)

mina dijo...

Wow, yo sólo podré decir: ¡Que rifadota! jaja de grande quiero ser como tú!

Dohko dijo...

:o no cabe duda que el destino siempre nos llena de sorpresas, y aunque lamentablemente esto inició con una tragedia para alguien, todo lo que viviste esa noche fue increible (como guion de pelicula :P )